Qué es el contrato de cuenta corriente

De los muchos productos bancarios que puede ofrecer una entidad bancaria la cuenta corriente es la más común. Cuando inicias la relación con el banco para abrir este tipo de cuentas debes primero firmar el contrato de cuenta corriente. En este post te vamos a contar qué es y cuáles son los detalles que debes conocer al respecto antes de firmar.

¿En qué consiste el contrato de cuenta corriente?

En palabras técnicas, un contrato de cuenta corriente es un acuerdo por el cual dos personas, que por lo general tienen relaciones comerciales de forma habitual y continuada, convienen de forma temporal concederse un crédito de manera mutua.

Mientras dure el acuerdo, las dos partes están obligadas a ir anotando el importe de las operaciones que realicen (el deber o el haber), sin exigirse el pago inmediato, sino el saldo resultante de liquidar el contrato en la fecha que señalen a favor de una de las partes.

Este pacto o acuerdo es posible entre empresas o particulares, pero lo habitual es que una parte sea una persona física o jurídica y la otra parte sea una entidad bancaria.

Tipos de cuenta corriente

Normalmente son dos los tipos de cuenta corriente que se utilizan de manera habitual:

• Cuenta corriente de depósito. El titular puede ingresar dinero en una cuenta bancaria y retirarlos de manera total o parcial sin necesidad de avisar. El contrato puede ser individual, conjunto o indistinto. Y también puede ser con o sin interés.
• Cuenta corriente de crédito. El cliente es el que recibe una cantidad de dinero del banco, con la posibilidad de obtener financiación hasta un importe máximo negociado previamente por las dos partes.

Obligaciones del contrato de cuenta corriente

Existen ciertas obligaciones al firmar un contrato de cuenta corriente. Porque no solo una de las partes tiene que cumplir estas obligaciones, sino que son ambas partes firmantes las que tienen obligaciones. La razón: se trata de un contrato bilateral, a pesar de que se crea que es un contrato unilateral.

Además, este contrato es consensual y autónomo. Consensual, porque las dos partes están de acuerdo en su firma; y autónomo porque no existe dependencia con otros contratos firmados en el pasado.

• Entre las obligaciones del banco o caja, está la de comunicar las anotaciones que se efectúan en la cuenta al titular de la misma, remitiendo de manera periódica el extracto de la cuenta.
• Y entre las obligaciones del titular de la cuenta, se encuentra poner en conocimiento de la otra parte los reparos con los saldos notificados dentro del plazo pactado desde el recibo de la notificación. Una vez pasado este plazo, se admite la conformidad y no se podrá admitir ninguna reclamación.

Titulares y fondos en el contrato de la cuenta corriente

Existe la posibilidad de que la cuenta sea compartida entre varios titulares, lo que lleva a una diferenciación en este tipo de cuenta: indistinta o mancomunada:

• Indistinta: solo es necesaria la firma de la persona que va a retirar el dinero.
• Mancomunada: sólo es posible la retirada con la firma de todos los titulares. El importe de la cuenta permanece dividido entre los titulares, aunque puedan acceder al importe total de la cuenta. Ningún titular puede hacer uso del dinero de otro si no lo tiene permitido. Si un titular accede al importe sin tener permiso, puede ser reclamado por la otra parte en cualquier momento.

El fondo de la cuenta corriente se calcula con la diferencia de los ingresos y retiradas que existen en la cuenta. El banco puede autorizar el dejar la cuenta al descubierto: esto es que el cliente deje la cuenta con saldo negativo. Este hecho es similar a conceder un crédito, por lo que el banco o caja podrá ejecutar los intereses pactados en el contrato.

En este artículo te hemos contado los aspectos básicos sobre qué es un contrato de cuenta corriente. Como con todos los contratos, es importante que leas todas las condiciones y, si tienes alguna duda, la preguntes antes de firmar.